Desde que era una niña, siempre he sentido una profunda conexión con la luna. Como mujer, los ciclos de la luna parecían reflejar el ritmo de mi propio cuerpo, particularmente con los ciclos de 28 días que reflejan las fases lunares. Esta conexión se hizo aún más fuerte durante mi primer embarazo, cuando mi abuela compartió conmigo una sabiduría ancestral: me contó cómo, en su época, las mujeres contaban las lunas—alrededor de doce—para estimar la fecha de parto. Esta práctica, arraigada en la naturaleza y la tradición, solidificó aún más mi vínculo con la luna y sus fases.
La naturaleza siempre ha sido mi santuario. Tengo la suerte de vivir a solo dos minutos de un sendero sereno y terrenal, donde camino todos los días, abrazando la belleza del mundo natural. Encuentro una inmensa alegría en abrazar los árboles, sintiendo su energía ancestral, y acariciar a mi perro, quien siempre me acompaña en estos paseos. Este ritual diario me ayuda a sentirme conectada a la tierra, parte de algo más grande y significativo.
Mi conexión con la luna tomó una nueva dimensión después de completar un curso introductorio en astrología. Aprendí que la luna nueva es un momento poderoso para manifestar intenciones. Es un momento en el que el cielo está oscuro, la luna es invisible, representando una pizarra en blanco—un momento perfecto para establecer nuevos objetivos y plantar semillas para el futuro.
Con la reciente luna nueva en Virgo, que ocurrió el 3 de septiembre, y el inicio de un nuevo año escolar, me he encontrado reflexionando profundamente sobre mis rutinas. Como mis hijos todavía están en la escuela, tiendo a alinear mi vida con el calendario escolar, en lugar de seguir el enfoque tradicional de año en año. El momento de la luna nueva se sintió como una invitación cósmica para reevaluar y reajustar mis hábitos diarios, con un enfoque particular en rutinas que nutran mi alma y eleven mi vida.
En este proceso de realineación, he eliminado intencionalmente muchas distracciones innecesarias—dejando varios grupos de WhatsApp y cancelando suscripciones a boletines de correo electrónico que llenaban mi mente y mi día. También he curado cuidadosamente las actividades de mi familia y mis actividades personales, asegurándome de que mi agenda deje espacio suficiente para descansar y recargar energías. Es fácil sentirse abrumada por la abundancia de consejos sobre cómo llevar una vida saludable y tranquila—demasiados rituales, imperativos, actividades y "deberes" autoimpuestos que, irónicamente, pueden llevar al estrés en lugar de la tranquilidad que buscamos.
Ahora, me estoy enfocando en simplificar mis rutinas de salud. En lugar de saturar mi día con innumerables prácticas "saludables", estoy volviendo a lo básico: alimentos nutritivos, suficiente sueño, movimiento consciente y momentos de quietud. El objetivo es despojarme del exceso y concentrarme en lo que realmente importa, permitiendo que el ritmo natural de la vida fluya sin interrupciones constantes.
Manifestar Intenciones con la Luna Nueva en Virgo
La luna nueva en Virgo es particularmente potente para establecer intenciones relacionadas con la salud, el bienestar, la organización y la superación personal. La energía terrenal de Virgo nos anima a fijarnos en los detalles, a refinar nuestros hábitos diarios y a establecer rutinas que apoyen nuestro bienestar. Aquí tienes un ritual simple y enriquecedor para el alma que he encontrado increíblemente poderoso en este momento:
1. Crea un Espacio Sagrado:
Comienza por encontrar un lugar tranquilo en tu hogar donde puedas estar sin interrupciones. Enciende una vela, preferiblemente en un aroma calmante como lavanda o sándalo, para crear una atmósfera pacífica. Coloca algunas flores frescas o plantas cerca para honrar la energía terrenal de Virgo.
2. Reflexiona y Escribe:
Tómate un momento para reflexionar sobre las áreas de tu vida que se sienten desordenadas o abrumadoras. ¿Qué rutinas o hábitos ya no te sirven? ¿Qué deseas manifestar en el próximo mes? Escribe todo esto en un diario, permitiendo que tus pensamientos fluyan libremente.
3. Establece Tus Intenciones:
Una vez que hayas identificado tus prioridades, escribe tus intenciones de manera clara y concisa. Por ejemplo, “Tengo la intención de crear una rutina matutina que incluya tiempo para la meditación y la gratitud” o “Libero la necesidad de llenar mi día con tareas innecesarias y me concentro en lo que realmente nutre mi alma.”
4. Medita con un Japa Mala:
Si tienes un Japa Mala, este es el momento perfecto para usarlo. Personalmente, recomiendo usar un Mala hecho con piedras como aventurina verde o jaspe, que se alinean bien con la energía de conexión de Virgo. Mientras avanzas a través de cada cuenta, repite un mantra simple que resuene con tus intenciones, como “Estoy conectada, estoy equilibrada” o “Creo espacio para lo que realmente importa.”
5. Cierra con Gratitud:
Termina tu ritual expresando gratitud por la claridad y la guía que has recibido. Apaga la vela, sintiendo la energía de tus intenciones sellada en el silencio de la luna nueva.
Esta luna nueva en Virgo, estoy abrazando rutinas que elevan mi espíritu, despojándome de lo innecesario y creando espacio para lo que realmente importa. Te invito a unirte a mí en esta práctica de manifestación consciente. En un mundo lleno de posibilidades infinitas, elijamos la simplicidad, la presencia y una conexión más profunda con los ritmos naturales que nos guían. Juntas, manifestemos una vida que no solo esté llena, sino que también sea plena.
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